Alissa Bianco fue rechazada por su prometido después de perder la memoria en un accidente, justo un día después de comprometerse, y ha esperado cinco años con la esperanza de que la recuerde y regrese a ella. Maximiliano Serra es un prominente y millonario cirujano, al que su prometida lo engañó. ¿qué pasará cuando se encuentren y descubran la fuerte atracción que hay entre ellos?. Mientras Alissa lucha con su pasado, Maximiliano tendrá que enfrentarse a todo para lograr ganarse la confianza y el amor de ella, y ¿qué pasará cuando Sebastián recupere la memoria? si es que la recupera.
Leer más¡Olvidada! ¡La olvidó! … ¡Olvidó todo! … --- no era lo que Alissa Bianco esperaba del día después de su compromiso con Sebastián Martino, no después de haberse prometido tantas cosas y planear hasta el último detalle de la casa donde querían iniciar su vida juntos, el color de las paredes, el número de cuartos, el tamaño de la cocina, Alissa quería ventanales enormes y Sebastián un patio amplio para su compañero Angus, un bulldog inglés de 6 años hermoso y bonachón que repartía baba por doquier.
Tres era el número de hijos que planeaban tener. ¿y qué decir de la boda!? Debía ser por todo lo alto definitivamente, Alissa sabía el corte del vestido, el tipo de flores que decorarían el lugar, la torta, el baile ¡Todo! Ambos estaban tal felices, tan enamorados y por fin dando el paso que seguía después de su noviazgo de 5 años…
Se conocieron en la escuela Preparatoria, Sebastián llegó para el segundo año escolar y solo fue necesario entrar por la puerta del salón de clases y ver a esa hermosa chica con la piel tan blanca y unos ojos enormes de color miel que se clavaron en los suyos con mirada retadora y sonrisa pícara.
--¡Caray! ¡Si que es hermosa! - Pensó Sebas cuando pasó cerca de dónde ella estaba sentada, el resto del año escolar lo pasó aferrado a hacer que Alissa la hermosa Alissa Bianco fuera su novia, ¡no fue fácil! Debió frenar sus impulsos que le ordenaban robarle un beso y esperar…
Para la graduación ya eran una parejita de tórtolos que pasaban todo el tiempo juntos, los padres de Alissa le tenían muy en claro a Sebastián Martino que de solo pensar en propasarse con ella su cara llena de pecas quedaría más que destrozada y que decir de Roberth el hermano mayor que cada que lo veía acariciaba su puño en señal de advertencia. Alissa era la hermana menor de los tres hijos de María y Edmond, Roberth el mayor, Elena y Alissa, formaban una familia unida y amorosa.
Los planes de Alissa eran simples, desde niña sabía que quería ser maestra de preescolar y sí que se le daba eso de los niños, iría a la universidad y definitivamente Sebastián estaba dentro de sus planes a largo plazo, Sebastián por su parte estudiaría arquitectura ya que de alguna manera sabía que tarde o temprano se haría cargo de la empresa de construcción de su padre.
La universidad absorbió eventualmente a los chicos y cada vez se veían menos, Alissa fue la primera en graduarse y empezar a trabajar, eso les ayudo para tener más tiempo de verse, cuando por fin Sebastián terminó la universidad se incorporó a la empresa de la familia de inmediato con una meta que se había planteado durante el tiempo que llevaba de relación con Alissa, el matrimonio ya estaba cerca y no podía estar más feliz.
Alissa caminaba hacía encontrarse con Sebastián en el restaurante donde la había citado, le había dicho que festejarían juntos su cumpleaños y después llegarían juntos a la fiesta que su familia le estaba organizando, sus papás se codeaban con las mejores familias de la ciudad y seguro que estarían en la fiesta, la familia Martino se caracterizaba por dar las mejores recepciones y por aparecer por esos motivos muy a menudo en la sección de sociales de la ciudad, para Alissa, eso no era algo que tuviera mucha importancia, aunque por su belleza lograba robar cámara a los integrantes de la familia Martino.
Lucía la madre se Sebastián se mantenía reservada ante la relación de su hijo con Alissa, consideraba que ella era solo una chica simple y sin aspiraciones y no se esmeraba en tratar de ocultar su sentir, por su parte Lorenzo, era por demás relajado y no se metía en esos asuntos, Sebastián era su único hijo y no se iba a molestar en tratar de controlar sus líos amorosos, ya suficiente tenía con tratar de no salir corriendo de su matrimonio y esconderse en una isla desierta para que la Reyna del drama no lo pueda encontrar, y es que Lucía era el amor de su vida pero no había manera de mantenerla callada por un instante.
La comida transcurre de lo más amena, aunque Sebastián no lograba esconder su nerviosismo, sabe que Alissa lo ama, han pasado juntos por tantas cosas, han tenido que luchar por mantenerse juntos a pesar de la distancia, ella le ha demostrado un amor sincero y leal, ¿por qué no habría de aceptarlo como su esposo? Por más que lo intentaba la duda le carcomía las entrañas y no podía escuchar nada de lo que Alissa le contaba tan fresca y radiante y es que ella no sabía que en poco tiempo sería ella quien no pueda hilar una frase…
--¿estás lista para el postre? —preguntó un Sebastián visiblemente nervioso
-- ¡No! Estoy muy llena—Sebastián se puso ansioso y palideció, de inmediato Alissa entendió lo que le pasaba cuando vio llegar al mesero con un pastel de chocolate con un hermoso anillo de compromiso y entonces quien palideció fue ella, las piernas empezaron a temblar y los latidos de su corazón parecía que se podían ver a través del hermoso vestido que llevaba puesto, vio como Sebastián descendía doblando su rodilla, realizó la pregunta directa y sin rodeos, ya había sufrido mucho como para tratar de dar una gran discurso, aparte que su mente quedó en blanco y simplemente no podía decir nada más.
--Alissa… ¿quieres casarte conmigo? --
Por un momento sintió que sería rechazado cuando su novia de 5 años se quedó como figura de hielo frente a él.
--¿Alissa? —preguntó angustiado
--s…si…si acepto—respondió ella con una voz entrecortada y es que nunca lo esperó, si bien su relación era sería no había considerado el matrimonio como algo que pudiera pasar pronto.
--¡Santo cielo cariño! ¡Casi me da un infarto del susto!… Pensé que saldrías corriendo de aquí, Dejándome abandonado—Sebastián estaba rojo había estado manteniendo la calma durante esos largos segundos que parecían una eternidad.
-- ¡¡si quiero casarme contigo amor!! – Alissa sonreía y abrazaba a Sebastián y el la giraba por los aires de la felicidad.
Sebastián coloco el anillo en su dedo índice y sus miradas se cruzaban con tanto amor que nada podía salir mal y nadie podría evitar que ese matrimonio se realizara, pronto formarían una hermosa familia con hijos y Angus sin duda estaba considerado.
El sol ya se colaba por las rendijas de las persianas, era una mañana cálida de domingo, no había que salir corriendo al trabajo o encaminar a la escuela a los niños, así que se podía quedar hasta tarde en la cama, aun sin abrir los ojos busco su cuerpo para arrastrarlo hacia él, quería hundir su cara en esa delicada piel y dormir mientras respiraba su delicioso aroma, pero no lo encontró, ya estaba levantada, hubiera deseado que se quedara un rato más, la semana había estado repleta de trabajo y sentía que no estaban pasando el suficiente tiempo juntos, todos esos días había extrañado muchísimo sus caricias y su calidez, en ella podía encontrar ese consuelo que necesitaba después de un mal día, y sin duda estaba deseando darle esa atención que no le había podido dar en toda esa semana, el sonido de la puerta al abrirse llamó su atención, y ahí estaba ella, soberbia, hermosa y sexy vestida solo con una camiseta y con una charola con dos tazas de café y galletas, pero el sonido d
Sin duda era un vestido espectacular, justo el vestido perfecto para una boda en la playa, si ella fuera la novia, aunque por un instante, solo un instante, Alissa se imaginó caminando hacia ese mismo altar que vio a su llegada al lugar, lo imaginó a él esperando por ella, lo deseó, se dejó llevar por esa tentadora locura y disfrutó, luego de lo que pasó, ni Maximiliano ni ella se atrevían a tocar el tema del matrimonio, les costó recuperarse de los malos momentos, recuperar la calma y la serenidad, así que los planes de boda pasaron a un segundo término, ahora tenían otras prioridades, ahora eran una familia y eso era lo más importante, estar juntos. ¿Y que perdía si se lo probaba?, después de todo, el vestido ya estaba ahí, las chicas la ayudaron, y luego de repetir hasta el cansancio lo hermosa que se veía, se retiraron dejándola a solas frente al espejo, observando más allá de solo un vestido, observando como su vida y sus intereses habían cambiado tanto, se sonreía a sí
Varios meses habían pasado, Maximiliano había regresado a sus actividades en el hospital y Alissa estaba de vuelta en sus clases en la escuela y de vez en cuando visitaban el café para ayudar un poco, aunque con el pequeño Leo ya no era tan a menudo, llevaban una vida tranquila, los recuerdos de lo que habían tenido que pasar ya eran solo eso, recuerdos. Una tarde Maximiliano llegó temprano del hospital para encontrar a Alissa dormida junto al bebé, debía estar agotada, pero tenía que despertarla, así que empezó a besarla en los labios, en las mejillas, el cuello hasta que una sonrisa se dibujó en sus labios.--Que deliciosa manera de despertar— ronroneo ella--Tengo algo importante que decirte—ella se acomodó para escucharlo-- el sábado es la boda de uno de los socios del hospital, nosotros estamos invitados y antes de que tengas algo que reclamar, ya tengo todo listo, compre tu vestido y acordé que tus padres se hagan cargo del bebé para que tú no tengas de que preocuparte, no
En un momento en el que los abuelos estaban embelesados con el nuevo integrante de la familia, Maximiliano se apartó para hacer una llamada, debía avisar al abuelo, lo había tenido tan ocupado con la búsqueda de Alissa que sentía que debía ser el primero en enterarse y por supuesto era de esperarse que el mismo abuelo se encargara de poner sobre aviso al resto de la familia que no dudaron en organizar una merecida bienvenida para los nuevos padres y el bebé.Maximiliano simplemente no podía separarse mi un segundo de Alissa y atacaba a besos a ese pequeño dormilón y el tío Lucas estaba siempre al pendiente y quien por obvias razones se había ganado el papel de ser el padrino, se encontraban en una apasionada discusión en torno al nombre que le pondrían al bebé.--Yo opino que debería llamarse Lucas, como su tío favorito – dijo orgulloso – además yo fui quien lo ayudó a nacer, me lo merezco ----Ni en sueños, mi hijo no se llamará como tú – contestó Maximiliano mientras dirigía un
Maximiliano le pidió que lo comunicara con su doctor y después de comunicarle la situación le pidió unas cuantas cosas y acordaron estar en contacto en todo momento, al llegar a la cabaña, a Alissa la llevaron a la habitación para que pudiera ponerse cómoda mientras ellos preparaban todo, Maximiliano se colocó al lado de ella para tomar su mano y Lucas estaba listo para asistir el parto, las contracciones cada vez eran más intensas, mientras afuera los vientos azotaban con una fuerza impresionante. A pesar de la situación, Maximiliano no podía ser más dichoso, estaba tomando de la mano a la mujer que estaba a punto de convertirlo en padre, la mujer que amó desde el primer día, la mujer a la que sin duda quería ver a su lado por el resto de su vida, la misma mujer que le estaba casi rompiendo los huesos de la mano de lo fuerte que la apretaba, pero era un dolor que estaba dispuesto a experimentar, sin duda ella era la que tenía la peor parte, de vez en cuando le secaba la f
Llegaron por la tarde del viernes y a la mañana siguiente Maximiliano se levantó para tomar una taza de café, no pudo dormir en toda la noche, no había tenido pesadillas, pero su cuerpo estaba ansioso, sentía una especie de necesidad, ¿de qué?, ni siquiera él lo sabía, el clima estaba fresco, estaba a punto de llegar una tormenta, que por cierto Lucas pasó por alto, la bruma le daba al paisaje un ambiente melancólico, se acomodó en un sofá que estaba en la terraza y se destinaba a disfrutar de su café, cuando a lo lejos logró ver a una mujer caminando a la orilla de la playa, su embarazo avanzado era más que evidente y la primera intención de Maximiliano fue dejarla pasar, pero en el fondo sabía que no podría quedarse tranquilo sin ir detrás de esa mujer, dejó su taza de café y su manta y salió corriendo tras ella, su corazón latía cada vez más fuerte, la mujer le llevaba algo de ventaja, pero él estaba cada instante más convencido de alcanzarla, su cuerpo se empezó a sentir com
Último capítulo