La fiesta terminó y estábamos agotados, princesa vamos… Tomé la mano de Diamante para guiarla hasta el auto y nos fuimos a casa.
—estaba cansada pero feliz… Nunca me había divertido tanto, hoy fue un día lleno de muchas emociones, Sergio se veía super agotado y no es para menos quién sabe cuánto tiempo estuvo planeando esto, sin contar que yo lo estuve molestando, pensando que tenía otra mujer ¿Mi amor tus padres irán a casa con nosotros?
—mi amor, ellos irán a casa, pero tú y yo iremos a otra de mis propiedades, porque esa casa no está insonorizada y las habitaciones quedan en el mismo pasillo, no quiero que te sientas incómoda.
—sonreí porque él siempre piensa en todo, eso es algo que amo de Sergio, gracias, amor.
—al llegar ayudé a mi mujer a bajar del auto y entramos, todo estaba decorado con pétalos de rosas y velas, porque hoy sería una velada especial para nosotros dos.
—me encanta que seas tan detallista mi amor, ¡esto está hermoso! —a mí me encanta ver ese brillo en tus ojos