Jensen empieza a explicar, y Damián alza la barbilla, cruzado de brazos.
—Espero puedas manejar bien la situación.
—No complaceré a nadie salvo a mi mismo —responde Declan—, y sí, hay que limpiar el puto desastre que tú hijo causó.
—Porque sino me encargaré de destituirte. No sólo porque juzga