—¡Ustedes sabían de esto!
—¡Claro qué sabíamos de esto! —responde Amy, riéndose—, pero no me eches la culpa a mí. Sino a tu esposo.
Maylene se gira justo cuando escucha las voces de sus hijas. Las gemelas llegan a sus piernas, y deja salir una hermosa sonrisa. Al alzar la mirada, su pequeño bebé e