Mundo ficciónIniciar sesiónEl auto avanza por la carretera costera, bajo el sol del mediodía, el mar brilla a nuestra izquierda, tranquilo, como si fuera ajeno a todo lo que pasa aquí adentro. Violet, va sentada a mi lado, callada, y de vez en cuando la miro de reojo. Lleva puesta mi camisa, abotonada hasta arriba y aunque ya ha pasado el frío de la mañana, sus manos están apretadas sobre su regazo. No mira por la ventanilla, no duerme, solo espera, sé a qué viene esto.
— ¿Aarón? — dice al fin una voz baja, pero cargada de tristeza y confusión.— Dime — exhala despacio, como si estuviera midiendo sus palabras mentalmente.— ¿Por qué no me dices eso que te tiene pensativo? — murmura — ¿Por que no me cuentas lo que hiciste? — no aparto los ojos del camino a pesar de que sabía que este momento iba a llegar, solo que no tan pronto.— Porque no es algo con lo que debas cargar — respondo calmado.— ¿Y no dices que soy tu compañera? — insiste ella — Ese peso debería






