VIOLET SWAN
꘎♡━━━━━━━♡꘎ La noche anterior, definitivamente ha sido una que prefiero no recordar jamás en mi vida. He llegado a casa y el olor a tocino me hace agua la boca. — Ezra — llamo, esperando su respuesta, pero simplemente no pasa nada. Entro a la cocina y lo veo allí, sentado, esperandome con un semblante serio — ¿Porqué no respondes? — Creí que no estabas — digo por inercia y al ver lo que se viene a continuación prefiero tomar asiento frente a mi padre, esperando sus palabras. «Lo único que no tienes que decirle, es que estabas con ya sabes quién» pienso, esperando lo que tenga que decir mi padre. — He recibido una llamada de tu hermano, Violet — suelta — Me dice que está preocupado porqué no llegaste a casa — me quedo callada esperando que continúe — ¿Que estabas haciendo? Sabes perfectamente que no me gusta que estés por allí tú sola, me habías dicho que… — Si, ya sé lo que dije — me levanto molesta de la mesa, no hay necesidad de que me recuerde las cosas — ¡Ya no soy una niña, sé cuidarme muy bien sola! — desvío la mirada harta de su sobreprotección. Entiendo que mi padre quiera cuidarme y protegerme, pero muchas veces su protección me asfixia la forma en como lo hace. Es hora de que entienda que ya estoy grande. — ¡No me hables de esa manera, jovencita! — se exalta enojado — ¿Dónde estuviste toda la jodida noche? — su tono es exigente cada vez más. — ¡Estuve en casa de una amiga! — suelto cansada de ser tratada como una pequeña. Mi padre tiene la absurda idea de creer que puedo ser la luna de Aarón y por eso es que me protege tanto. Lo cuál no tiene sentido, en este puedo donde vivimos, soy terriblemente ignorada por todos los lobos y más al ser una mestiza, así que debe saber que no corro ningún peligro, mucho menos con alguien como él. Además, sé defenderme perfectamente bien. — Solo me preocupo por ti, Violet — su tono de voz ahora es un poco más suave, menos autoritario y con un tinte de preocupación — Eres mi pequeña y también la futura luna de la manada… — ¡Ya basta con esa tontería, papá! — no quiero ser grosera con mi padre, al fin de cuenta no es su culpa ver cosas de forma diferente a las que yo veo — Sabes muy bien que Aarón me ha rechazado — le recuerdo y sabes mejor que nadie, que ningún Alfa quiere que sea su compañera — digo exasperada. Sin decir nada más, me voy directamente a mi habitación. Al entrar cierro la puerta detrás de mí de un portazo y le coloco el seguro. ¡Tragame tierra y nunca más vuelvas a escupirme en Grayville! este pueblo me ha consumido por completo así que me lanzo sobre la cama mirando hacía el techo. — No volvere a caer en tus estupidas trampas — refuto en voz baja dentro de mi habitación — No volverás a humillarme de nuevo Connor — me hago un ovillo sobre la cama y por más que finja que no me duele su rechazo, esta coraza es una mentira, ya que sus palabras son cómo esos grandes colmillos que se clavan en tú piel perforando tu carne y desgarrandola lenta y dolorosamente. Cierro los ojos un momento cuando mi teléfono comienza a sonar. Es mejor que responda, si no Lanny, mi histérica amiga no dejará de insistir. — Lanny — respondo, intentando que no se me note que he estado llorando como una estúpida toda la noche. — ¡No lo puedo creer, eres la envidia de todo el pueblo! — chilla de inmediato y aparto el aparato ya que su entusiasmo me aturde los oídos. — No entiendo lo que quieres decir — digo confundida y extrañada, de inmediato mi amiga responde. — He dicho que eres famosa, Violet — repite — Todos saben que saliste con Aarón Connor a un restaurante super elegante toda la noche, los vieron salir juntos de allí y las personas aseguran que el futuro líder de la manada — suena tan emocionada — ¡Ha conseguido a su luna! Siento como todo se revuelve en mi interior con la noticia y me muerdo el labio inferior ante sus palabras. No, esto tiene que ser una mentira, lo que dice mi amiga está alejado de la gran realidad. Aarón, se cortaría un brazo antes de aceptar que soy su mate, es un alfa muy engreido y es evidente que no soy para él. — Violet, ¿sigues en línea? ¿Acaso no acabas de escuchar lo que he dicho? — S-si estoy aquí — titubeo regresando a mi absurda realidad — Oye Lanny, disculpa es que hoy no puedo ir a trabajar, sería bueno que inventaras algo, lo que sea para, incluso puedes decir que estoy enferma — mi tono de voz es de súplica. No puedo creer que la mala suerte me acompañe, no se trata de unos rumores totalmente falsos, para mí desgracia trabajo como secretaria en una de las sedes de la constructora Alpha Connor. Todo en este maldito pueblo le pertenece a la familia Connor, a decir verdad. — Con respecto a tu puesto de secretaría quería decirte algo, amiga — dice Lanny en un tono juguetón acompañado de una risita pícara que me quita todas las esperanzas de que esto termine bien y menos que pueda tener un día libre — Resulta que ya no eres una secretaría más. — ¡¿Qué quieres decir con eso?! ¿Estoy despedida? — pregunto confundida — Ahora si que no entiendo nada. — No amiga, no estás despedida, resulta que ahora eres la nueva asistente ejecutiva de Aarón Connor — mis ojos se abren como platos al escuchar lo que dice. Casi dejo caer el teléfono al suelo, no puedo creer que mi mala suerte sea cada vez peor. Estoy estupefacta en un nivel que se sale de todos mis estándares. No, ahora resulta que tendré que verla la maldita cara mucho más seguido. Esto tiene que ser una jodida broma. «Definitivamente, el universo me tiene que odiar con todas sus fuerzas» — bufo hastiada de mi asquerosa suerte. — Creo que la noticia te ha sorprendido — se escucha la voz de mi amiga al otro lado — No te quito más el tiempo, debes estar muy emocionada solo no llegues tarde, tu nuevo jefe debe estar esperándote — se despide con esa sonrisa picara y cuelga dejandome completamente muda. Suspiro completamente derrotada, me siento sin ganas y me levanto de la cama desanimada. Seguramente eso del nuevo cargo solo es una puta falacia de Aarón, que le gusta molestarme y controlar todo lo que hago asegurándose que nadie pueda acercarse a mí. Si eso es lo que quiere, haré que se arrepienta de sus estupidas acciones, que se trague sus palabras hirientes e incluso haré que se arrepienta de haberme rechazado. Desde ahora, comenzaré a planear mi venganza, estoy harta de este estupido jueguito, si eso es lo que quiere. Eso es lo que tendrá. ꘎♡━━♡꘎ AARÓN CONNOR Lo primero que noto al despertar es que Violet, no está en la habitación, puedo sentir su olor, pero no su presencia. ¡Maldita sea, me ha vuelto a desobedecer! No tengo tiempo para estas estupideces, así que me levanto completamente frustrado directamente al cuarto de baño para tomar una ducha rápida. Hoy tengo muchas cosas que hacer y el tiempo es escaso para estar soportando sus malcriadeces de niñita tonta y sufrida. Por mucho que tarde debajo del agua, su olor sigue impregnado en cada parte de mí cuerpo. Luego de unos quince minutos bajo el agua, salgo nuevamente a mi habitación me visto y voy al encuentro con mi madre y hermana menor, quienes toman un delicioso desayuno en la terraza. Junto a ellas, se encuentra una tercera persona, es una mujer rubia, de tez blanca aunque un poco bronceada, sus ojos son grandes y con un llamativo color gris. — Miren a quién tenemos aquí, mi cachorro se ha dignado a venir — saluda mamá y me acerco a ella. — Buenos días madre — le doy un beso — Igual para ti Kate — mis ojos observan a la desconocida, y solo le doy un asentimiento. No la conozco y sinceramente no me interesa, además que jamás la he visto. — Ven aquí hijo — me acerco a ella, pero guardo la distancia — Me gustaría presentarte a Sasha Woolsey, es de quien te hable — fulmino a mi madre con los ojos y miro la elegante mujer que parece no querer quitarme los ojos de encima. — Kate, ven conmigo necesitamos hablar — ignoro totalmente a la mujer y a mi madre, sinceramente no me interesa y mi hermana me sigue. — Aarón, ¿no piensas siquiera saludarme? — reprocha la mujer desconocida. Inspiro lo suficiente para contener las ganas de lanzarme encima de ella, pero para arrancarle el cuello. — Señorita Woolsey — saludo y vuelvo mi atención a mamá — Luego hablaremos de esto, ahora estoy demasiado ocupado. Salgo de la terraza dejando a mi madre sumamente molesta por mi actitud rebelde, poco cortés que demostre delante de aquella mujer. Kate, camina hacía mi y se despide de mi madre. — Dios madre, ya escuchaste al hermano mayor — le da un beso en la mejilla — Me necesita, así que iré — sus ojos escanean a la mujer que de pronto parece apenada — Señorita, espero volver a verla y fué un gusto conocerla — dice mi hermana y se acerca a mi dejando a mi madre sola con su elegante invitada. Camino fuera de su campo de visión y cuando mi pelinegra hermana se coloca a mi lado, puedo ver su cara de fastidio. — ¿Sucede algo? — averiguo. — Te agradezco por salvarme — dice — Mamá y esa señora no hacían más que hablar de tonterías banales, llenas de superficialidades que no entiendo y además que me parecen un total fastidio. — Parecías estar a gusto allí — me burlo de ella y vamos directamente a mi despacho. Mi lugar de trabajo es aquí en casa, afortunadamente es grande así que nada interfiere con mis cosas. Entramos y veo que mi hermana se queda afuera, dando un par de golpes a la puerta esperando que le dé mi aprobación para que entre. — Pasa de una vez pequeña tonta — me siento detrás de mi escritorio y me doy cuenta lo bonita que es mi hermana, es una loba muy hermosa de lacia melena negra como la noche y carraspea llamando mi atención, la cual tiene desde un principio. — No pareces de buen humor hermanito — dice con una risita burlona. — Sinceramente no lo estoy — confieso. — Dime algo, ¿acaso tu mal humor se debe a cierta Omega de caballo castaño? — entrecierro los ojos ya que no se le escapa nada a está mujer. — No sé de qué estas hablando — me hago el desentendido. — Siendo así, entonces no quiero que me culpes, ya que simplemente hice lo que me pediste — dice defendiéndose como si fuera a reclamar por algo y se cruza de brazos. Mi hermana no entiende mi actitud, la verdad es que la hipocresía que hay en mi familia no deja de sorprenderme. Le pedí que cambiara a Violet de su puesto de trabajo y así podía mantenerla cerca de mi y vigilar a la chica. El rechazo hacía mi loba, solo por ser una Omega mestiza, hace que mi hermana piense que no tiene sentido, que es completamente injusto ser infeliz solo por mantener a un montón de lobos ancianos contentos. Ser el Alfa de Red Moon, no es hacer lo que se me dé la gana y eso tuve que aprenderlo a las malas. — Entonces, ¿qué te pareció la rubia que trajo mamá? — comenta sentándose frente a mí al ver que no he dicho una palabra sobre eso. De solo pensarlo, gruño hastiado de que mi madre siga insistiendo en lo mismo. — No estoy interesado en buscar pareja — suelto dejando claro mi situación. — Pues, no es lo que nuestra madre piensa mi querido hermano — hace una mueca de fastidio — Hace un año que tomaste el lugar de nuestro padre, y sabes lo que eso significa, Aarón. — Lo sé perfectamente. — Eres un líder y todo líder necesita a su luna — esconde una sonrisa y sé muy bien a donde va con lo siguiente que dice — Aunque claramente ya tú tienes a tu propia luna, yo solamente… — ¡No se te ocurra terminar la maldita frase, Kate! — golpeo el escritorio con fuerza — Tú más que nadie sabes que mi mate es un puto error, que no debió pasar y que no puedo elegirla como mi luna siendo una mestiza — aprieto la mandibula — Si llegará a permitirlo, seré la jodida burla de todos los demás. Siento que rompere el escritorio en algún momento con la fuerza que ejerzo sobre él. Estoy harto de toda está m****a. — Realmente te desconozco hermano — dice con esa dulce voz — Antes, nada de este tipo de cosas te hubieran importado, cuando acepte ponerla como tú secretaria pensé que cambiarías de opinión. — Kate… — Sabes perfectamente que solo lastimas a esa chica con tu rechazo. Si no querías ese lazo, ¿por qué la marcaste? Completaste esa unión. — Kate, tú mejor que nadie sabes que hay reglas en este lugar y se respetan — le recuerdo. — Ya lo sé, pero… — También sabes que la luna de la manada debe ser una mujer fuerte, no una Omega híbrida y el consejo no la aceptará — hago una pausa para no ahogarme con mi propia ira — Aunque para mi desgracia y la de ella, Violet es mi mate y no puedo dejar que nadie más esté con ella, ella es mí loba y de malas por ella, nadie va a tocar lo que es jodidamente mio, Kate — digo formando mis manos en puños hasta que mis nudillos se ponen blancos ante la fuerza que ejerzo. — ¿Si te das cuenta lo cretino que acabas de escucharte’ — pregunta con ironía y entrecierra los ojos como si quisiera golpearme por mi actitud tan arrogante y patán. — No eras así antes — comenta. — Si, si ya sé que soy lo peor — finjo una sonrisa — Pero, tristemente no hay nada que hacer, esto es lo que hay y punto — blanquea los ojos — Y no me importa escucharme o ser un cretino hermanita — niega con la cabeza — Y si no te importa, es mejor que cambiemos de tema o te vas de aquí. — Eres un idiota, pues como quieras — dice sin ganas, pero está molesta. — Necesito reunir al consejo, hay muchos lobos solitarios que están llegando a Grayville y los ánimos están caldeados con los forasteros. — ¿Necesitas algo más? — pregunta sin ganas. — No, por supuesto que nada más — le hago una señal para que se vaya de mi despacho — Ahora, puedes irte y dejarme en paz — le entrego un folder a mi pequeña hermana que lo toma de mala gana antes de salir de mi despacho. Una vez que me quedo completamente solo, me llevo las manos a la cabeza frustrado por todo esto. Quisiera arrancarme los cabellos ya que mi hermana tiene razón por más que no lo acepte. Soy un completo idiota con Violet, ella no se merece todo esto que está pasando, pero lo peor es que no puedo dejarla sola. Primero, porque para bien o para mal es mi loba, solamente mía. Y en segundo lugar, porque no dejaré que nadie la toque mientras yo exista. Es mí pastelito, y también quiero tenerla cerca de mi, como un puto egoista que necesita protegerla de todos los posible peligros que corre al ser una mate de un alfa como yo. Violet corre mucho peligro, no puedo dejarla desprotegida, así que es a mí manera quiera o no lo quiera.