25. ¿SIGO SIENDO LA VILLANA?
MARGARETH
Sin saber cómo, terminé en los brazos de Riven.
El hombre no se suponía que apareciera aquí. Esta noche se ha convertido en una tormenta: nada salió como debía y la máscara que esconde mis emociones se está resquebrajando por los bordes. Necesito una pausa, ordenar las piezas; pensar con calma. Pero él no me lo permite.
Su proximidad es un veneno dulce.
Sabía que sería atractivo cuando lo viera de nuevo, pero mi imaginación fue torpe, inocente.
Riven no es solo belleza: es una fuerza que se siente, que respira cerca del cuello.
Fue mirarlo, y algo en mí se tensó, una alarma sorda que no proviene del miedo sino de otra cosa mucho más peligrosa.
Mi abuela me lo advirtió: "Algunos hombres no conquistan con palabras, sino con la manera en que te observan. Si no eres cuidadosa, confundirás el peligro con deseo."
Y ahora entiendo perfectamente a qué se refería.
A diferencia de Liam, él es exactamente como lo que describía el libro: elegante, peligroso, experto en el arte de tomar