El abuelo se acerca a James, su rostro lleno de preocupación.
— James, ¿qué pasa? — pregunta. — Pareces nervioso.
James se encoge de hombros.
— Nada, abuelo. No pasa nada.
El abuelo lo mira con escepticismo.
— ¿Sabes dónde está Nikolai? — pregunta.
James sacude la cabeza.
— No, no sé. No me ha dicho nada.
El abuelo asiente y se vuelve hacia la sala.
James se dirige hacia la salida trasera, su corazón latiendo con ansiedad. Busca un lugar sin muros donde pueda hablar libremente y saca su teléfono.
— Mariana, necesito hablar contigo — dice, cuando ella responde.
Dejandola muy preocupada por el tono que usa en ese momento, cargado de preocupacion.
— ¿Qué pasa, James? — pregunta Mariana.
— Creo que sospechan de mí — dice James. — Estaban hablando secretamente en la oficina y no quisieron responder mis preguntas.
Mariana se queda en silencio por un momento.
— ¿Estás seguro? — pregunta.
— Sí — responde James. — Los vi. El investigador y Nikolai. Estaban planeando algo.
Mariana suspira.
— Cá