 Mundo de ficçãoIniciar sessão
Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl amanecer se filtraba por las cortinas de la mansión, pero la casa estaba en un silencio casi sepulcral. Dana se levantó temprano, más temprano que de costumbre, y miró su reflejo en el espejo del tocador. La mujer que veía frente a ella ya no era la misma. Su rostro parecía más afilado, sus ojos más fríos, y su sonrisa, aunque sutil, estaba cargada de una intensidad calculada. Había aprendido a fingir, a jugar el juego que Felipe había iniciado, pero ahora, ella lo jugaría bajo sus propias reglas.
La obediente y sumisa Dana había quedado atrás. Ahora, era una estratega, una mujer dispuesta a enfrentarse al demonio que compartía su cama. Sabía que no podía enfrentarlo directamente, no todavía. Pero podía infiltrarse en su mundo, en sus negocios, en su mente. Y lo haría con una precisión quirúrgica.
Cuando Felipe bajó al comedor esa mañana, la encontró esperándolo con una sonrisa impecable. Estaba sentada a la mesa, vestida con un elegante traje negro que acentuaba su









