IVORY:
Mientras nos abrazábamos, me sentí más fortalecida por el amor que compartíamos y la lección aprendida. El futuro se extendía ante nosotros, lleno de promesas y nuevas aventuras por descubrir.
—Tenemos que regresar, amor —dije sin dejar de reír al ver las extrañas e increíbles fotos que mostraban el esmerado trabajo de edición de nuestra querida amiga Amelie—. No podemos dejar que Geraldine, Eleonora y todos los demás destruyan mis esfuerzos de trabajar con los diseñadores callejeros e independientes que tantas esperanzas tienen en nuestra colaboración. —Señalé una foto particularmente llamativa—. ¿Dónde se supone que estábamos ahí?—Ja, ja, ja, esa Amelie es increíble, deja ver —respondió Ilán, haciendo que me pusiera de pie para que él se sentara