~Analía~
No tomar la decisión de hablar con mis padres me permitió sufrir en silencio y derrumbarme cada vez que podía, los mantuve lejos y no tomé la decisión de contarles sobre quién era, hasta hoy que mi hermana tuvo la valentía de hablar, sentía que el mundo se me venía a pedazos, todo en mí temblaba cuando tuve que hablar, pensé que no podría hacerlo, pero tomé valentía y dije toda la verdad.
Yo merezco ser feliz.
Hablar con mis padres me dio tranquilidad, sentí que se me quitó un peso de encima con el que cargaba hace mucho tiempo.
—¿Cómo te sientes? —mi hermana se sienta a mi lado—. Lamento haber abierto mi bocota, pero no debí pedirte que nos quedáramos calladas. Mereces tener una familia.
—Lo que hiciste fue una buena decisión, gracias a ti ahora sé que cuento con ellos —le doy un beso en la frente—. Gracias…
Me da una sonrisa, y la escucho preguntar;
—¿Por qué viniste llorando? Te veías afectada.
Me remuevo por su pregunta.
—Tenías razón al desconfiar de Tomás, él no es