Genaro Saviano se quedó muy quieto, pensó rápidamente. Creyó que su primo se había vuelto loco. Con lo que decía quedaba claro que deseaba planificar salvarse y dejarlo a él a merced de las autoridades, pero no expondría sus pensamientos en voz alta, no quería provocar el genio de Tarsis.
—¿Qué pla