Siete años después. . .
Susana, acariciaba el amplio pecho de su nuevo amante; Robert Miller, un importante multibillonario con el cual se veía desde hacía ya un año y de quién había obtenido incontables beneficios. Las manos de Robert le acariciaron los delicados senos.
-Eres realmente un sueño. . .
-Tan real como yo quiera serlo- le respondió dedicándole una de esas encantadoras sonrisas.
-Así es – le sonrió el hombre- no fue fácil conquistarte- Susana sonrió con ironía, si tan solo supiera que en aquella conquista era él quién había sido la presa y ella la predadora más astuta que se hubiese conocido- pero me alegra haber sido persistente- la estrechó contra su musculoso cuerpo.
-¿Qué haremos esta noche?
-No lo sé- respondió de inmediato- ¿te gustaría cena en un bonito restaurant?
-No- suspiró cansada- quizás deba volver a mi departamento.
-No te vayas, Susy- le suplicó.q
-No me llames así, Robert- le dijo ce