Valeria respiró hondo. Regresar a Los Ángeles le traía demasiados recuerdos, y la inmensa mayoría de ellos eran dolorosos.
Bajó las escalerillas del avión y vio a Alice fruncir el ceño desde lo alto, no quería bajar. Los últimos seis meses habían sido increíbles para ella, y regresar también le tra