CAPÍTULO 78: NADA MAS QUE MÍA
Arzen salió de la cabaña de Uriel con una furia desbordante. La traición y el dolor lo consumían, y cada paso que daba parecía avivar más su ira. De repente, un pensamiento lo azotó: ¿y si Scarlett intentaba huir con Kael? La idea lo llenó de una nueva ola de furia.
Sin perder tiempo, se dirigió hacia el cuartel donde sus hombres estaban reunidos.
—¡Encuentren a Kael y tráiganlo aquí bajo custodia! —rugió.
Los hombres, sorprendidos por la ira de su alfa, se miraron entre sí antes de apresurarse a cumplir la orden. No se atrevieron a cuestionar a su líder en ese estado. Mientras tanto, Arzen caminaba de un lado a otro, sus pensamientos un torbellino de traición y venganza.
Minutos después, dos de sus hombres regresaron, arrastrando a Kael, quien tenía una expresión de confusión y preocupación en su rostro.
—¿Qué está pasando, Arzen? —preguntó Kael, tratando de mantener la calma—. Primero me dices que me vaya y ahora esto. ¿A qué juegas?
El alfa no se contuv