Quería decirle que no volviera a hacer algo como eso, que no volviera a asustarla de aquella manera, pero sabía que para Aaron era imposible ver el peligro y no lanzarse de cabeza a él.
—Me tranquiliza saber que estarás bien... —murmuró—. Si me necesitas, ya sabes dónde encontrarme.
Salió de allí