—Creo que voy a viajar a Ucrania pasado mañana, nena —le dijo Aaron viendo su calendario de trabajo—. ¿Vas a venir conmigo?
—No puedo, cielo, yo tengo que enfrentar a mis propios monstruos —sonrió ella—, pero en cuanto llegues a la casa de tus padres me hablas, los ponemos a todos en videollamada y