—Pues... en Gales, ya te lo dije ayer —murmuró Aaron sin entender el motivo de la pregunta y ella apretó los dientes—. Creo que estoy cerca de dar con la pista de Martin, quizás el próximo fin de semana ya pueda estar de regreso.
A Nahia se le llenaron los ojos de lágrimas, pero la voz no le tembló