Puso los ojos en blanco y respiró profundo por un momento antes de dirigirse a ellos.
—Señor conde —saludó con cortesía—. Espero que su presencia esta noche junto a su... invitada, sea solamente agradable. ¿Verdad?
—No soy su invitada, soy su prometida —replicó Sabrina pero James ni la miró.
—Man