Para Stephanie, aquella semana en el hospital había sido como una agonía. No había podido salir hasta que no le habían avisado que la mocosita King había regresado a la escuela.
—¡Dios! ¡Ya me estaba volviendo loca con esto! —le reclamó a su madre—. ¡¿Tienes idea de cuántos seguidores he perdido en