A pesar de todas las amenazas y de sus comportamientos; Lucas para mí no ha dejado de ser la persona en la que más confío y mi mejor aliado.
Somos mafiosos, criminales que buscamos a toda costa salirnos con la nuestra, así que en parte lo entiendo. Cuando entré a esta casa, vi a todos como mi escondite y nada más; no soy diferente a Lucas, y al igual que él ahora, esta familia también me hizo cambiar.
—No te preocupes, ambos aún tenemos un pasado con el cual luchar, y secuelas de lo que fuimos. Pero desde que llegué a esta casa, simplemente quiero cambiar —expresé pensativa.
—Últimamente yo también —respondió.
—¿Y quién te motiva a eso? —le pregunté conociendo de antemano la respuesta.
Lucas se sonroja nuevamente y sonrío.
—Ya no más amenazas, te lo prometo.
—Te lo agradezco.
Lucas me abraza y yo hago lo mismo. Me doy la vuelta para entrar a la casa, pero la voz de Lucas me detiene.
—Si te das cuenta de lo que esto significa, ¿Verdad? —al escucharlo me giro hacia él y lo miro expectan