Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl viaje de regreso al palacio fue silencio envuelto en protocolo. Los niños se habían dormido en el auto, ajenos a la tensión que vibraba entre sus padres como cable de alto voltaje. Hassan conducía con ojos fijos adelante, pretendiendo no notar cómo Khaled y Mariana se sentaban en extremos opuestos del asiento trasero, un abismo de cuero entre ellos.
Cuando llegaron, Yasmin esperaba para llevar a los niños a sus camas. Khaled los cargó uno por uno, besándolos suavemente antes de entregarlos. Mariana observaba, viendo cómo su rostro se suavizaba con sus hijos de forma que ya no lo hacía con ella.
Esa observación dolió más de lo que debería.
Una vez que los niños estaban instalados, Khaled camin







