Mundo ficciónIniciar sesiónEl quirófano era frío. Mariana no recordaba que los quirófanos fueran tan fríos la última vez, pero tal vez el miedo amplificaba todo: la temperatura, los sonidos de máquinas pitando, las voces urgentes del equipo médico moviéndose con precisión coreografiada.
Khaled estaba a su lado, vistiendo bata quirúrgica y máscara, sus ojos lo único visible y lo único que ella necesitaba ver. Sostenía su mano con fuerza que bordeaba lo doloroso, pero Mariana no le dijo que aflojara. Necesitaba ese ancla.
—Vamos a comenzar —anunció el cirujano, el Doctor Rashad, quien había sido su médico durante todo el embarazo—. Mariana, sentirás presión pero no dolor. El anestesiólogo está monitoreando todo.







