Era martes por la tarde y las niñas se encontraban jugando en el patio de atrás con las hijas de la vecina; quienes resultaron ser familiares de Marian y Josué
Estaban bien entretenidas jugando a la casita y mientras jugaban a tomar el té, Rossane que no era quieta se aburrió y se fue a la casa con su papá, pero al llegar a la puerta del cuarto de en medio miró a este que estaba en cama y el doctor Sebastián su amigo lo estaba atendiendo
¡mamita! ¿Qué tiene papito? – asustada preguntó Rossane –
¡Mi princesa! ¡no es nada!, solo comí algo en la calle y me ocasiona dolor de estómago, solo es eso mi niña. – respondió Josué rápidamente al mirar la carita angustiada de su hija –
Gely por otro lado seguía jugando, estaba disfrutando de un rico postre que había preparado la Señora Guadalupe, madre de las niñas
¡uhmm! ¡Que Rico!, ¡Esta delicioso! – Encantada se expresaba Gely –
Se llama “pudin”, es de rompope, lo preparó mi mamá, por eso es de color amarillo – le decía Maribel, la tercera hija