POV: AIRYS
La provocación fue inevitable.
Me moví sobre él, lenta, provocadora.
Sus garras rasguñaron mi piel en respuesta, dejando un rastro ardiente por donde pasaban.
Un gruñido grave y amenazante escapó de su garganta.
— Soy peligroso. — Declaró con un gruñido poderoso, su voz firme y fría, cargada de una intensidad que me hizo estremecer.
No apartó la mirada ni por un segundo, como si intentara advertirme, darme una oportunidad de retroceder.
Pero, al mismo tiempo, sus manos apretaron mi cintura, guiándome a otro movimiento provocador.
El calor subió en espiral por mi cuerpo, haciendo que cada parte de mí vibrara con anticipación.
Un escalofrío recorrió mi espalda de pies a cabeza, y él lo notó.
Daimon maldijo en voz baja, sus ojos recorriendo cada detalle de mi reacción, como si memorizara cada respuesta que daba a su toque.
— No quiero hacerte daño. — Las palabras salieron duras, como una confesión. — Humana.
— Entonces no me hagas daño. — Mi voz salió en un susurro cargado de