POV: AIRYS
— Soy demasiado ingenua. — Sollocé en voz baja, aún acurrucada en la esquina del cuarto oscuro y frío. — Igual que él.
Segué las lágrimas con fuerza y rabia, tragando el nudo que se formaba en mi garganta. Mis dedos tocaron los labios doloridos, sintiendo el rastro del beso feroz, brusco, despiadado.
— ¿Es eso lo que deseas, Daimon Fenrir? ¿Alimentarte de mi miedo, de mi anhelo? — Una risa amarga escapó, cargada de desprecio. — Perfecto. Te daré lo que tanto ansías.
Me levanté de un salto, abriendo el armario. Me vestí rápido, preparándome para salir. Cuando abrí la puerta del cuarto, me di cuenta de que ya no había un guardia allí. La libertad estaba a mi alcance.
— Alfa, demasiado arrogante. — Murmuré, chasqueando el cuello antes de cruzar el pasillo y salir al aire helado de la noche. La luna se ocultaba entre las nubes oscuras, un presagio del caos que sentía dentro de mí.
Comencé a correr, sintiendo la tensión vibrar en cada músculo. Al menos Daimon tenía razón en algo