POV: AIRYS
Daimon me tiró hacia adelante, nuestros cuerpos casi pegados. En un movimiento sin esfuerzo, me levanté, sujetándome con facilidad. Mi corazón se aceleró. Tomé lo que necesitaba, cuando él me bajó lentamente, sin prisa, manteniéndome frente a él. Su mirada terrosa, semicerrada, me analizaba con atención. Había algo allí, un interés silencioso, como si estuviera tratando de descifrar lo que era yo.
— Tú… — balbuceé, tragándose en seco. — Ya puedes soltarme.
Pero él no se movió.
El calor de su cuerpo me envolvía, su presencia dominante hacía que el espacio entre nosotros desapareciera. El poder Lycan vibraba a nuestro alrededor, escalofríos recorrían mis brazos hasta la nuca.
— Alfa…
— Tus ojos. — Daimon me interrumpió, inclinando el rostro hacía más cerca. Susurró grave y ronco, haciendo que contuviera la respiración. — Son inusuales.
Fruncí el ceño.
— Sé que soy diferente… — murmuré, apartando la mirada, tratando de escapar de esa mirada intensa.
Su toque en mi barbilla fue