POV: DAIMON
Sus piernas vacilaron. Lo sentí. Cada temblor de su cuerpo vibró contra el mío, y eso me arrancó una sonrisa lateral, lenta, perezosa… cargada de pura malicia. Apreté su cintura con más fuerza, firmando mi mano allí, sintiendo su piel caliente, frágil, completamente sometida a mi presencia.
Incliné el rostro, rozando mi nariz con la suya, y capturé su labio inferior entre los dientes, mordiéndolo con fuerza, dejando bien claro de quién era. El gemido suave que escapó de su garganta fue combustible directo para mi deseo insano. Succioné su labio, provocándola, arrastrando la lengua lenta y deliberadamente por el contorno perfecto de su boca. Adoraba oírla jadear...
— Jadea para mí, pequeña... —Suspiré con voz ronca, tan grave y densa, que vibró contra su