POV: AIRYS
Las lágrimas corrían calientes por mis mejillas. Sentía el dolor de esa niña como si fuera ahora. Porque lo era. Ese era mi cuerpo allí. Era mi esencia siendo encadenada.
Era mi verdad, siendo enterrada viva.
— Mamá... duele mucho... para... — La voz de la pequeña temblaba, los labios temblorosos, el llanto mezclado con gemidos bajos y desesperados.
Pero mi madre... ella continuaba.
Cantaba.
Las cadenas apretaban más. Se clavaban en la carne de la niña, hundiéndose como si se fusionaran con su cuerpo. La piel enrojecía, luego ardía. El olor al hierro caliente con piel era demasiado real.
— ¡Está quemando! — La pequeña gritaba, el cuerpo arqueándose sobre la piedra. — ¡No quiero! ¡Para! Est&a