POV: AIRYS
Levanté la cabeza, los ojos enrojecidos de tanto llorar, y grité al cielo como si pudiera escucharme:
— ¡YO SOY LA VERDADERA MONSTRUO AQUÍ!
Grité hasta que la garganta ardió, hasta que el alma hizo eco del dolor que me consumía.
Caí hacia adelante, los dedos clavándose en la nieve. Froté las manos con fuerza, como si pudiera borrar la sangre, borrar lo que había hecho.
Fue entonces cuando la vi.
Las patas blancas se detuvieron frente a mí.
Me quedé congelada.
Alcé el rostro, temblando, los ojos ardiendo de dolor, y allí estaba ella.
La loba.
Blanca como la nieve.
Inmóvil. Fuerte. Silenciosa.
Me miraba con ojos dorados, mis