POV: AIRYS
Tragué en seco, intentando mantenerme firme. Pero mi cuerpo temblaba. Mis dedos estaban entumecidos por el frío y el pavor. El enorme lobo se posicionó para el ataque. Sus hombros bajaron, las patas avanzaron despacio, el hocico retraído revelaba los colmillos con una amenaza silenciosa. El sonido de sus garras arañando el suelo resonaba como una sentencia.
— Yo… — Mi voz falló. La garganta estaba seca, mis rodillas vacilaron. Obligué el aire a entrar en mis pulmones y me puse de pie tambaleándome, con el corazón latiendo tan rápido que dolía. — Soy tu Luna, Daimon. Por favor… controla a tu bestia…
Por un segundo, creí que eso lo alcanzaría. Por un segundo, tuve esperanza.
Pero la bestia solo rio de nuevo.
La risa salió de lo profundo