POV: AIRYS
Incliné la cabeza hacia atrás, apoyándola en su pecho firme, jadeando fuerte, mirando sus ojos depredadores por encima del hombro. Estaban oscuros, hambrientos. Me observaba como si yo fuera el premio final. Como si ya fuera suya.
Sonreí de lado. Nunca me habían tocado y mirado con tanta posesión. Con tanta reverencia sucia.
Sin darme tiempo para pensar, Daimon me giró, me levantó como si no pesara nada, pegando mi cuerpo al suyo y empotrándome contra la pared helada. El contraste entre el frío del concreto y el calor de su cuerpo era una tortura deliciosa.
Su mano subió y agarró mi muslo con fuerza, abriéndome para él, acercándome más. Sentía la cabeza de su miembro presionando mi entrada, amenazando, provocando.
Y entonces me besé.
&nbs