Mundo de ficçãoIniciar sessão—Estaba en la cocina limpiando un armario cuando un hombre me agarró por detrás. Sentí el olor a cloroformo—. Parpadeó. —Pensé que me iba a secuestrar—.
Mary frunció el ceño. —Olía dulce y se sentía helado—.
—Sí, clásico. Me duele la cabeza y todavía me mareo—.
—Debo descansar.—
—Pero trabajo.—
—No te preocupes, te llamaré —dijo Jim.
Mary suspiró. —Lo siento. Esto podría tener algo que ver con el último robo—.
—No es tu culpa. Solo fue culpa de algún bicho raro—.
Jim tomó a Mary aparte y le dijo: —La policía está en camino—.
—¿Alguna señal de robo?—
—Su billetera y sus fotos estaban tiradas en el suelo. Su licencia estaba sobre







