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Capítulo VI: Consultando el Destino de una Princesa...

Al llegar a la sala del trono Amenemhat estaba sentado, disfrutando de una buena copa de vino, eso son los privilegios que le ha dado la cuna, ser hijo de la reina Merary heredera al trono y esposa del antiguo general Amenoteph, faraón por derecho de matrimonio es toda una magnificencia ambos tanto el faraón como la gran esposa real son de cabellos claros como rayos del sol, bueno hay que considerar el hecho de que los antiguos reyes eran también primos hermanos, no solo su cabello es claro cual rayo de sol, sino que también posee una marca de nacimiento en su frente un lunar en forma de ojo de Ra, herencia de su padre, Kristen no podía dejar de ver a aquel hombre sentado en aquel trono de oro macizo, ahora que su primera impresión ha pasado, solo piensa en como dirigirse a aquel hombre.

- ¿Ahora si responderás mis preguntas, o te volverás a desmayar? – haciendo sonrojar de golpe a Kristen

- No mi señor, creo que ya he pasado la primera impresión – temblando

- Bien, según lo dicho por ti, vienes de otro tiempo, y tu familia es casualmente la mía ¿me equivoco?

- No mi señor, no se equivoca espero que no piense que estoy loca, o estaré en problemas

- Es difícil creer en tus palabras Kristen, pero veo que no me mientes ni siquiera sabiendo que puedo azotarte hasta que me digas la verdad

- Lo sé muy bien mi señor – haciendo una reverencia – pero aun así he dicho la verdad, sé que suena raro, pero estoy siendo honesto “no puedo decirle que hable con Osiris, eso nadie me lo creería”

- Bien, Anat por favor retírate tengo más preguntas que hacer a esta doncella – Anat hace una reverencia y sale de la sala del trono – bien tú dices que tu madre está muerta ¿verdad? –Kristen asienta con la cabeza – si tuvieras un pariente que te reclamara, ¿te irías con él?

- Puedo saber ¿Por qué mi señor me pregunta esto?

- Puedes saber, Anat no es egipcia ella es hitita, su madre la princesa Annitta fue traída como "ofrenda de paz" – usando un tono irónico – ella ya estaba embarazada al llegar a Egipto, quise hacerla mi reina, no por diplomacia sino porque a ella la amaba, pero murió luego de dar a luz un bebé muerto, en resumen, el rey hitita Labarna el sanguinario, quiere a Anat de vuelta puesto que Labarna no tiene herederos y Anat es una princesa por derecho de sangre bien ¿Qué puedes decirme tú?

- Es cierto que no tuve madre, puesto que al igual que Anat, mi madre; ella murió al darme a luz, pero creo que Anat no aceptará irse, porque primero nació en Egipto y segundo porque ella ha crecido bajo el dogma egipcio, puede ser que su abuelo el rey hitita quiera reclamarla para tener un heredero, pero ¿recibirá los mismos tratos y el mismo afecto que le profesa Horus vivo?  – Amenemhat se queda pasmado – si yo tuviera familia por parte de mi mamá, me iría con ellos, pero sé que no los tengo, mamá era hija única y mis abuelos ya eran muertos cuando yo nací – sollozando – además yo no sé lo que es una palabra de afecto o de aprobación de parte de mi padre, mi madrastra no me dirige la palabra y mi hermano solo vive de humillarme y recordarme que mi mamá está muerta por eso….por eso…yo considero a Egipto mi hogar – empezando a llorar –  aunque solo lleve unas cuantas horas, anque aún no puedo creer que estoy acá en el imperio Egipto, yo considero Egipto mi hogar, fuera en el palacio, fuera en la calle, sé que esta vida es mejor que la que tuve en la casa de Franz Jensen – secando sus ojos – bien volviendo al asunto de Anat y dejando de lado mi miserable vida – Amenemhat se queda mirando a Kristen – Anat, estoy segura que a usted le profesa una admiración de hija hacia su padre, puede ser que Anat no sea su heredera pero usted ha hecho un trabajo de padre con ella, ¿cree que ella no intentara volver si usted ordena que ella se vaya? – secando sus lágrimas

- Entonces ¿debo quedarme con ella? Debes saber que desde hace un par de años Labarna me ha sumergido en una guerra, me culpa de la muerte de su hija y del secuestro de su nieta

- No sé mucho de conflictos militares mi señor, pero ¿Qué le asegura a usted que el rey hitita deje de perseguir a Egipto solo por entregar a Anat? Si me permite decirle mi señor, Anat se morirá de la tristeza si usted le pide que se vaya, solo para terminar una guerra – suspirando

- Bien, me gusta como piensas puedes irte a tus aposentos me has ayudado a tomar mi decisión – Kristen le da la espalda luego de hacer una reverencia – espera Kristen – esta se da la vuelta – ¿Qué ocurrió con tu madre?

Kristen con la voz entre cortada le dice al faraón lo que quiere saber – Franz Jensen…la asesinó, con permiso majestad – le da la espalda y sale de la sala del trono – hablando de mi madre – se toca el pecho y no siente su collar – ¡tengo que buscar mi collar, Anat! – Anat llega corriendo

- Si Kristen ¿Qué pasa?

- Anat mi collar ¿Dónde está mi collar?

- ¿El collar con el halcón? – Kristen asienta con la cabeza – está en tus aposentos, pensé que era algo muy valioso, por eso te lo guarde, ven vamos a tus aposentos ya se puso el sol y debes descansar

Al llegar a los aposentos de Kristen, Anat la ayuda a cambiar y le coloca un gran camisón de lino para que pueda descansar, luego de esto Anat se dirige a los aposentos de Amenemhat, Anat sabe que es una princesa en una tierra extraña, pero ella nació en Egipto y se crío bajo las costumbres egipcias, ella ve a Amenemhat con un ejemplo a seguir, le tiene el cariño que una hija tendría con su padre.

- Por favor guardia, puedes decirle al faraón que estoy acá, él pidió hablar conmigo – el guardia entra a los aposentos y al poco tiempo sale

- Horus vivo dice que pases – abre la puerta y Anat entra

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