— ¡Te pareces a ella! - La voz era la misma que la de la sombría mujer del bosque, y mi cuerpo tembló, erizándose. Me di la vuelta en posición defensiva, enfrentando al ser sobrenatural frente a mí, su sonrisa maliciosa envuelta en oscuridad, sus manos danzando en el aire.
— ¡Aquí, nadie podrá salvarte, Sophie! - La Bruja demoníaca lanzó un hechizo en forma de lazo que aprisionó mis brazos y apretó mi estómago, sofocándome.
— ¡Suéltame, m*****a! - Gruñí furiosamente, forcejeando, pero su fuerza era abrumadora. Comencé a entonar una invocación desesperada.
— No, no, Sophie… ¡Esta vez, tu Bestia no se unirá a la fiesta! - La risa de la bruja resonó en el bosque, acompañada de malicia y voces sombrías. En un movimiento rápido, se colocó delante de mí y comenzó a drenar algo de mi boca, succionando mi magia.
Lágrimas rodaban por mi rostro, mi vida estaba siendo consumida por ese ser sombrío. Comencé a invocar a la Diosa y a mi Alfa desesperadamente. No pasó mucho tiempo antes de que un