C36-HABITACIÓN PERSONAL.
C36-HABITACIÓN PERSONAL.
Después de lo que compartieron esa mañana, Eros no esperó. Le pidió a Lucy que se vistiera, que la noche recién comenzaba, y que quería enseñarle algo. El auto se detuvo frente al edificio elegante del centro de París y Lucy alzó la vista a la discreta fachada.
Sin cartel, sin nombre. Solo una puerta negra de madera impecable con una pequeña placa dorada: L’Ombre.
―¿Dónde estamos?
―Ya lo veras, conejita ―respondió Eros saliendo del auto y ayudándola a salir.
Al entrar, el ambiente cambió de inmediato.
Habia luces tenues, música grave y lenta, cuerpos moviéndose con lentitud. Algunos vestidos con trajes de cuero, otros con lencería fina, y algunos... desnudos.
Lucy abrió los ojos escandalizada.
Había parejas en rincones oscuros, compartiendo caricias, órdenes y… algunos gemidos apagados.
Pero no era vulgar, era intenso, preciso, intimidante… de alguna manera: interesante.
Lucy tragó saliva, junto a Eros quien caminaba con paso firme, con su camisa negra abiert