C116- ROTO EN MIL PEDAZOS.
C116- ROTO EN MIL PEDAZOS.
Los ojos de Lucy ardían, de rabia, dolor. Y un peso asfixiante se alojaba en su pecho como un puñal torcido. Pero se negaba a caer frente a él. No después de todo lo que había soportado. No después de lo que vivió con Ezra.
Con pasos lentos, dejó el sobre encima del escritorio. No aceptaría ese dinero. Ella no era una prostituta y, aunque Eros la hubiera visto así desde el principio, no iba a ensuciar lo que vivió con él aceptándolo.
Y sin decir una palabra, se dio la vuelta para irse.
Estaba por alcanzar la puerta cuando la voz de Eros la hizo detenerse, y estúpidamente pensó que él recapacitaría, pero no… solo buscó hundir más el puñal.
—Nunca me quedo más de seis meses con una mujer, te lo dije. Eres un coño como cualquier otro… o bueno… tenías algo especial —hizo una pausa—. Eras la mujer de mi hermano.
Lucy apretó el pomo de la puerta y cerró los ojos. El pecho le dolía y el alma le ardía, pero aun asi, giró.
—Eres un cerdo —escupió.
Eros alzó los hombro