Arrojo dentro de la maleta las últimas prendas.
Miro alrededor para cerciorarme de estar dejando nada.
Estamos por partir al aeropuerto, y tomar avión que me llevará de regreso a Miami.
Sin embargo, hay algo con lo que no contaba, y es que los padres de Renzo vendrán con nosotros.
La noticia nos tomó a los dos por sorpresa. La situación es tan insostenible que casi a media noche me retire debido a un fuerte dolor de cabeza. Subí aquí, me tomé unos analgésicos y caí como un tronco en la cama.
No me di cuenta, cuando Renzo dejo la fiesta, y tampoco me molestó con el tema. Pero, está claro que necesitamos hablar del asunto.
Durante el desayuno. Lorenzo dejo claro que, está emocionado con el viaje y el hecho de compartir con su hijo un poco más.
Jodidamente, genial.
—Esto es un desastre con letras mayúsculas —. Murmuró mientras tomo mi último par de vaqueros, y los arrojo a la matera sobre la cama.
La puerta se abre y veo a Renzo entrar a la habitación. Su gesto no ha cambiado, es como si