Mundo ficciónIniciar sesiónEl túnel secreto los llevó más profundo bajo el castillo, hasta que Tamara perdió el sentido de la orientación. Mei iba adelante, consultando planos memorizados, guiándolos con la certeza de quien había estudiado cada piedra.
Finalmente emergieron en una cámara que les robó el aliento.
No era prisión. Era salón del trono.
Pantallas cubrían las paredes, mostrando múltiples ángulos de lo que acababan de escapar: guardias del Círculo y agentes de Elena convergiendo en la ubicación falsa que habían dejado, confusión, órdenes contradictorias.
Y en la pantalla central, más grande que las otras, el rostro de Elena Márquez.







