Mundo ficciónIniciar sesiónEl yate no se hundió inmediatamente. Esa era la parte más aterradora. El agua entraba lentamente pero inexorablemente, llenando cada nivel inferior mientras la embarcación se inclinaba con una elegancia grotesca, como si estuviera haciendo una reverencia final antes de su muerte.
Tamara corría por pasillos que se volvían más estrechos con cada grado de inclinación. Ethan iba adelante, abriendo puertas, buscando cualquier salida. Valentina corría detrás de ellos, su cabello rubio empapado, su rostro mostrando una determinación que Tamara no había visto antes.
—¡Los botes salvavidas están en la cubierta principal! —gritó uno de los guardias que pasaba corriendo en dirección opuesta, olvidándose completamente de que minutos antes custodiaba a sus prisioneros.
Pero cuando llegaron a la cubierta donde deberían estar los botes, encontraron







