Capítulo trece
Yo tengo el poder
*Adriano Di Lauro*
Beso la frente de mi hija pequeñas antes de marcharme de la habitación. Incluso Federico se ha acostado temprano hoy sin poner ninguna pega. Supongo que la emoción debido a la noticia de la boda, junto a la actividad física, terminó por agotarlos.
— ¿Papi? —su dulce voz me detiene en la puerta y resoplo. En los últimos tiempos suele hacer esto. No sé si finge estar dormida o simplemente el sueño se le ha vuelto ligero.
— Dime, Ella.
— ¿Falta mucho para la boda?
Sin poder evitarlo, un suspiro escapa de mis labios. Alguien se encuentra aun más ansiosa que yo. No veo la hora de tenerla aquí, educando a mis hijos, siendo un ejemplo para ellos. Es la mujer perfecta para el trabajo, mi instinto me lo dice.
— No, bambina —respond