Narra Mía
Las cosas han ido empeorando cada día, los ataques son constantes no solo en esta manada, impidiendo que pueda movilizarme a otras manadas, la orden que di de entregar las tierras de la manada de mi grandulón quedo en el olvido, mis objetivos habían cambiado por completo por el momento salvar vidas y detener los ataques es lo único que tengo que hacer.
Le sugerí a Zitnov con una reunión con los líderes de los aquelarres, desconozco como se manejen ellos o como sea su organización, eso de los ojos rojos cuando atacan ya sabemos que no es normal, tal vez uno o dos por algún tipo de mutación genética, pero todo es imposible, y más con lo que leímos en el diario de mi suegra.
—Pulgoso, ¿llamaste a los líderes de los aquelarres? —esto resolverá muchas dudas, voltea a mirarme.
—Sí, y ya deja de llamarme así—se queja, no entiende que le digo así por cariño—respeta a los mayores.
Rio a carcajadas.
—Está bien, señor Zitnov ¿cuándo es la reunión?
—No quisieron dar un día exacto, que