CAPITULO 26
Cuando Armando dijo este desproporcionado comentario, pude ver la rabia en los ojos de Pablo.
Pablo saco su arma y la coloco en la cabeza de Armando, este por su parte se quedó congelado, pero sabía que tenía que enfrentarlo.
—¿Que acabas de decir? Espero que nunca vuelva a salir de tu boca esas palabras — Pablo estaba más que alterado por el comentario de su tio.
Yo me acerque a Pablo — Por favor, no hagas eso, no es necesario, Armando ya se va — Me interpuse porque no quería que tuvieran un problema.
Armando solto una carcajada al ver que sus hombres estaban apuntando a Pablo.
— Está bien ,solo lo hago por ella, y porque no quiero dejar a la azar lo que está pasando, pero métete en la cabeza que no me voy a rendir, es más que claro que tú estás en la misma dualidad que yo — Armando le pidió a sus hombres que bajarán las armas.
— Antes que te vayas quiero dejarte algo en claro, yo jamás me metería con un hombre que con su negocio daña millones de vida, así que no te metas