No podía creerme lo que le estaba escuchando decir a Adrian de nuestro bebe, pero tampoco estaba dispuesta a que una mujer que odiaba a los niños y un hombre que no sabía defender a su propia hija de los malos tratos de su prometida criara a mi hijo. Me acerque a la puerta del dormitorio para marcharme cogiéndome la pequeña Silvia mi cuello con sus brazos para que la cogiera Nos fuimos las dos hacia el dormitorio de la pequeña, busque ropa que ponerme para poder salir al salón ya que mi niña quería seguir viendo sus dibujos. A la hora de comer, me fui a la cocina para ver que había ya que Silvia y yo teníamos hambre, estaba mirando en el frigorífico cuando sentí la presencia de Adrian detrás de mí cerrando la puerta del frigorífico
—- Nos vamos Gloria y yo a comer fuera, cuando vuelva te quiero ver a solas tenemos que hablar tu y yo — me dijo
—- No tenemos nada de que hablar, mañana me marcho con tu hija, regresaremos a la ciudad, espero que lo paseis muy bien esa puta y tu, pero a m