Esa noche, Adrian me hizo suya dos veces más a la fuerza, quedando sin fuerzas sintiendo solamente unas grandes nauseas ya que no fui suya de una manera tranquila si no que parecía que ya no nos íbamos a ver nunca más, doliendo todo mi cuerpo cuando terminó todo. Al día siguiente cuando me desperté lo pude ver con un codo apoyado a la almohada mirandome mientras me sonreia
—- ¿Por qué lo de anoche? ¿por qué te compras así conmigo? dejame ir puedes tener a la mujer que desees — le dije
— Te deseo solo a ti y tu me perteneces, pague mucho dinero por tenerte conmigo y en mi cama así que ahora no tengo porque responder a tus preguntas — me dijo
—- Si tanto me odias ¿que pasara con el bebe cuando nazca? se que tienes mucho dinero, pero yo soy empresaria y también puedo luchar contra ti por mi hijo — le dije, escuchando sus carcajadas
— ¿TU? no eres nada sin mi, ese bebe se quedara conmigo y tu volveras con tu mafioso esposo, es lo que te mereces ser la puta de un narcotraficante, aprende u