51. La sombra que marcó mi existencia.
POV Alec
Estoy en un lugar donde se respira tranquilidad. Un rincón silencioso, templado, que envuelve mis pensamientos como una manta tibia.
Aquí no hay dolor. No hay ruido. Es un refugio tan perfecto, que me asusta la idea de tener que abandonarlo.
Aunque a veces, desde esta quietud, su voz me atraviesa. Su risa, chispeante y viva, se cuela entre las sombras. Incluso sus amenazas, cargadas de ternura, me sacuden por dentro…
—Ruso, no te atrevas a morirte y dejarme sola —dice entre sollozos ahogados—. Porque juro que me lanzaría al mismo infierno para traerte de vuelta. Tú eres el culpable de que yo esté así…
Su voz dulce se quiebra… se rompe… y yo me niego a seguirla escuchando. Cada palabra que sale de sus labios me duele más que cualquier herida física, porque temo que detrás de ese llanto se esconda su despedida.
No quiero oír su rechazo. No quiero abrir los ojos y descubrir que ya no está, que se rindió, que decidió marcharse mientras yo seguía atrapado en este abismo. Solo la i