24. Tus amoríos.
POV Emilia.
Dejo todo en manos de Baza y Amira. No puedo más.
Necesito aire fresco… siento que me asfixio.
Necesito una copa de vino y algo de música que entretenga el caos dentro de mi cabeza.
El chofer ya me espera en el coche, y a su lado está Mateo, mi guardaespaldas personal.
Detrás de nosotros, dos vehículos más siguen la ruta. Discretos, pero siempre atentos.
Cada uno lleva miembros de mi equipo de seguridad, entrenados para moverse entre la gente sin ser detectados, mezclándose con naturalidad, observando cada sombra, cada movimiento.
No, no es exageración.
Hace siete años intentaron secuestrarme.
Hace seis, me drogaron.
Gracias a la intervención rápida de mis escoltas, no pudieron hacerme daño… pero pasé ocho interminables días en la clínica, desconectada del mundo, y un año entero atrapada entre sesiones de terapia, pesadillas y desconfianza.
Hace cinco años, intentaron venderme. Sí. Como si mi cuerpo fuera mercancía. Como si mi vida tuviera un precio.