Esperanza y Deseo se levantaron pronto para desayunar y revisar todo antes de irse hacia el bosque del destino.
—Gracias por esforzarte por hacer todo lo necesario para hacerme feliz, porque estas navidades sean muy especiales y por todo lo que ayudas a mis padres. Eres todo un amor, la verdad —agradeció la mujer.
—No tienes nada que valorarme, te quiero y lo que hago es lo normal, por ese mismo motivo, gracias a ti por sacar esa parte de mí que me gusta y me hace ser mejor —respondió el amigo.
Siguieron desayunando, revisaron todo y terminaron de preparar las mochilas. Estaban los dos muy nerviosos, ya que era una verdadera prueba de fuego para ver si en verdad se conocían tanto y podrían ser felices y estar juntos para siempre. Para Esperanza todavía era más importante, ya que le ayudaría mucho para tomar una decisión y saber si Deseo le ayudaría en todo momento.
Se pusieron el abrigo y cogieron las mochilas. Primero, fueron a la pastelería para coger e