42- Cloe se marchó.
La mujer salió del lugar realmente asustada, las piernas apenas y le respondían para caminar débilmente, sabía que lo que Sebástian decía no era una amenaza, cinco horas después, estaba volando a algún lugar del mundo, dejando atrás a Sebástian y toda su fortuna.
Sebástian llegó a casa, pero Cloe no estaba, desde el día antes había llamado a Claudia para darle el día libre, él pensaba pasarlo con Cloe, pero ella se había ido quien sabe dónde, ahora estaba solo en casa con sus pensamientos.
-Señor, acabo de enviarle el listado de llamadas de su esposa y los audios de ello.
Sebástian fue a revisar su computador y enterarse de lo que habían hablado Tamara y Cloe, pero algo lo detuvo, ver las dos cajas alargadas de color azul que estaban sobre el escritorio, Cloe las dejó sin ninguna compasión, no le importó que él hubiese buscado personalmente esos regalos, ella los desprecio, haciendo sentir como el enojo subía hasta su rostro.
-¿Oscar, donde está mi esposa?, dijo Sebástian al teléfono.