31- Una botella de vino.
Sebástian abrió los ojos, la información que estaba recibiendo el primer día de Cloe en la empresa, era bastante buena, esta mujer lo sorprendía más cada día.
Tomamos toda la botella de vino, ya me sentía un poco mareada.
-Sebástian, creo que me iré a la cama, me siento algo mareada y no es bueno le dije, mirando a aquel hombre tan sensual frente a mí, sentía un escalofrió de pies a cabeza, si seguíamos en aquella mesa tomando vino, era muy probable que me le fuera encina y le pidiera que me hiciera el amor, ese efecto me estaba dando las copas de vino que ingerí, al menos era lo que pensaba yo.
Intenté recoger la mesa, pero estaba realmente mareada, nunca tomaba licor y hoy en la cena, había consumido más de la cuenta y Sebástian lo sabía, con una risa de medio lado me miraba mientras intentaba llevar los platos al lava vajillas.
-Vamos Cloe, no tienes que hacerlo, mañana vendrá Claudia y se encargará, ven te ayudo a subir, olvidé por completo que no tomas nada.
Me tomó de la mano,